Apaga el horno y deja que se enfríe un poco, luego aplica la pasta de bicarbonato en las áreas sucias del horno.
Cubre el horno con toallas de papel humedecidas con vinagre blanco y déjalo reposar durante al menos 15 minutos.
Después de ese tiempo, frota las áreas con un trapo limpio para eliminar la suciedad y los residuos.
Si queda algún residuo, utiliza un poco más de vinagre y agua y limpia nuevamente.
Consejos para servir y almacenar:
Asegúrate de que el horno esté completamente apagado y enfriado antes de aplicar la mezcla.
Si tu horno está muy sucio, repite el proceso una vez más para una limpieza profunda.
Almacena el bicarbonato de sodio y el vinagre en un lugar seco y fresco para mantenerlos en buen estado.
Variantes:
Si prefieres una fragancia agradable, puedes agregar unas gotas de aceite esencial (como lavanda o limón) a la mezcla de bicarbonato para que tu horno huela fresco.
En lugar de vinagre, también puedes usar jugo de limón, que tiene propiedades desinfectantes naturales.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar este truco en cualquier tipo de horno? Sí, este método es adecuado para la mayoría de los hornos, incluyendo los de gas y eléctricos. Asegúrate de verificar las recomendaciones del fabricante de tu horno antes de limpiar.
¿Necesito usar productos comerciales para limpiar el horno? No, este truco casero es completamente natural y eficaz, eliminando la necesidad de productos comerciales costosos y llenos de químicos.
¿Cada cuánto debo limpiar el horno? Depende del uso que le des, pero se recomienda hacer una limpieza ligera cada 1-2 meses y una limpieza profunda cada 3-4 meses.
¡Con este sencillo truco, tu horno quedará limpio sin complicaciones!
