Para almacenar, cubre bien el flan con film transparente y refrigéralo hasta por 3 días.
Si deseas un toque más exótico, prueba acompañarlo con frutas frescas o un poco de chocolate rallado.
Variantes:
Flan de naranja y limón: Agrega un poco de zumo de limón para darle un sabor más ácido y refrescante.
Flan de naranja y coco: Incorpora leche de coco en lugar de parte de la leche para darle un sabor tropical.
Flan de naranja y canela: Agrega una pizca de canela en polvo para darle un toque especiado.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar zumo de naranja envasado?
Aunque el zumo fresco es ideal por su sabor y frescura, puedes usar zumo envasado si lo prefieres, siempre que sea 100% natural sin azúcares añadidos.
¿El flan quedará demasiado dulce?
El azúcar se puede ajustar según tu gusto. Si prefieres un flan menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar en la receta.
¿Es necesario el baño maría?
El baño maría es importante para evitar que el flan se cocine demasiado rápido y se endurezca. Sin embargo, si no tienes un molde apto para baño maría, puedes usar una bandeja con agua o cocerlo a temperatura más baja en el horno.
¿Puedo congelar el flan?
No se recomienda congelar flanes, ya que la textura puede alterarse al descongelar. Es mejor disfrutarlo recién hecho o bien almacenarlo en el refrigerador.
Este flan de zumo de naranja es una receta sencilla y deliciosa, perfecta para aquellos que buscan una alternativa más ligera pero igual de sabrosa al flan tradicional. ¡Prueba esta receta y disfruta de su sabor refrescante!