Incorpora gradualmente los ingredientes secos a la mezcla líquida, alternando con la leche, y bate suavemente hasta que obtengas una masa homogénea.
Llena los moldes de magdalenas hasta 2/3 de su capacidad con la masa.
Hornea durante 18-20 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
Deja enfriar las magdalenas en una rejilla antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
Si prefieres un toque extra de dulzura, puedes añadir un poco de glaseado de miel sobre las magdalenas una vez enfriadas.
Las magdalenas se conservan bien en un recipiente hermético durante 2-3 días, y también se pueden congelar para disfrutarlas más tarde.
Puedes acompañarlas con un poco de mermelada o crema de queso para un contraste de sabores.
Variantes:
Magdalenas de miel y nueces: Agrega nueces picadas a la masa para darle un toque crujiente.
Magdalenas de miel y limón: Incorpora ralladura de limón y unas gotas de su jugo para un sabor más fresco.
Magdalenas de miel y frutas secas: Puedes añadir pasas o arándanos secos para una versión más frutal.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar otro tipo de aceite en lugar de aceite de oliva?
Sí, puedes usar aceite de girasol o aceite de canola si prefieres un sabor más neutro.
¿Qué hago si no tengo moldes para magdalenas?
Puedes usar un molde para pastel o hacer un bizcocho grande, ajustando el tiempo de cocción.
¿Es posible hacer las magdalenas sin azúcar?
Puedes reemplazar el azúcar con más miel, pero recuerda que la textura y el sabor final pueden cambiar ligeramente.
