Si deseas almacenarlas, colócalas en un recipiente hermético y guárdalas en el refrigerador por hasta 3 días. También puedes congelarlas antes de freírlas y freírlas directamente desde el congelador cuando las necesites.
Asegúrate de no sobrecargar la sartén al freír para obtener una cocción uniforme y crujiente.
Variantes:
Croquetas de pollo y queso: Añadir trozos de queso cremoso a la mezcla para una textura más suave y sabor más rico.
Croquetas vegetarianas: Sustituir el pollo por espinacas y queso ricotta para una versión vegetariana deliciosa.
Croquetas picantes: Añadir un toque de pimiento picante o salsa de chile para darle un giro más atrevido.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo hacer las croquetas con antelación? Sí, puedes hacer las croquetas y congelarlas antes de freírlas. Solo tendrás que freírlas directamente desde el congelador cuando las necesites.
¿Puedo usar pollo enlatado o precocido? Sí, puedes usar pollo enlatado o precocido para ahorrar tiempo, pero asegúrate de escurrirlo bien y desmenuzarlo antes de incorporarlo a la mezcla.
¿Cómo puedo hacer que las croquetas queden más crujientes? El truco para que las croquetas queden extra crujientes es asegurarse de pasarlas bien por el pan rallado y freírlas en aceite bien caliente.
¿Cómo puedo hacer que la masa sea más ligera? Si prefieres una textura más ligera, puedes añadir un poco de caldo de pollo en lugar de usar solo leche, o incluso un poco de crema de leche para darle suavidad.
¡Disfruta de esta deliciosa receta de croquetas de jamón y pollo!
