Introducción
El queso suizo es famoso por su textura cremosa y sus característicos agujeros. Aunque suele comprarse en tiendas, prepararlo en casa es más fácil de lo que parece. Con unos pocos ingredientes y algo de paciencia, podrás disfrutar de un queso artesanal con un sabor auténtico y natural.
Ingredientes
4 litros de leche fresca entera
1/4 de cucharadita de cultivos lácticos mesófilos
1/8 de cucharadita de cultivos propiónicos (para los agujeros)
1/2 cucharadita de cloruro de calcio (si usas leche pasteurizada)
1/4 de tableta de cuajo disuelta en 1/4 taza de agua sin cloro
1 cucharadita de sal no yodada
Instrucciones
Calentar la leche
Vierte la leche en una olla grande y caliéntala a 32°C, removiendo ocasionalmente.
Añadir los cultivos
Agrega los cultivos lácticos y propiónicos, mezcla suavemente y deja reposar 5 minutos.
Incorporar el cuajo
Añade el cloruro de calcio (si es necesario) y el cuajo disuelto. Remueve lentamente durante 30 segundos y deja reposar tapado por 45 minutos o hasta que la leche cuaje.
Cortar la cuajada
Con un cuchillo largo, corta la cuajada en cubos de 1 cm y deja reposar 5 minutos.
Cocción lenta
Calienta la cuajada gradualmente hasta 50°C, removiendo suavemente para evitar que se pegue. Mantén esta temperatura durante 30 minutos.
Drenar y moldear
Vierte la cuajada en un molde con tela de quesería, presiona ligeramente y deja reposar unas horas.