Introducción:
El bizcocho de mantequilla es una receta clásica y sencilla que destaca por su textura esponjosa y sabor suave. Ideal para acompañar con una taza de té o café, este bizcocho puede ser el postre perfecto para cualquier ocasión especial. Su preparación es rápida y requiere pocos ingredientes, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos que buscan una receta deliciosa sin complicaciones.
Ingredientes:
200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
200 gramos de azúcar
4 huevos
200 gramos de harina de trigo
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de esencia de vainilla
Una pizca de sal
100 ml de leche
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde para bizcocho con mantequilla o utiliza papel manteca.
En un tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Tamiza la harina junto con el polvo de hornear y la pizca de sal. Agrega esta mezcla seca poco a poco a la mezcla húmeda, alternando con la leche. Continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
Agrega la esencia de vainilla y mezcla.
Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante 30-40 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
Deja enfriar el bizcocho durante unos minutos antes de desmoldarlo. Deja que se enfríe completamente sobre una rejilla.
Consejos para servir y almacenar:
Puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima para darle un toque decorativo.
Para almacenar el bizcocho, cúbrelo bien con film transparente o guárdalo en un recipiente hermético para mantener su frescura.
Si prefieres un bizcocho aún más suave, puedes añadir un poco de crema de leche o yogur natural en lugar de leche.