Introducción
Si buscas un postre fácil, refrescante y sin necesidad de una máquina de helados, esta receta es para ti. Con solo dos ingredientes principales, lograrás un helado suave, cremoso y con un irresistible toque cítrico. Te sorprenderá lo rápido y sencillo que es prepararlo.
Ingredientes:
1 lata (397 g) de leche condensada
½ taza de jugo de limón recién exprimido
1 taza de crema para batir (opcional, para más cremosidad)
Ralladura de limón (opcional, para potenciar el sabor)
Instrucciones:
Preparar la mezcla: En un tazón grande, vierte la leche condensada y agrega el jugo de limón poco a poco, batiendo constantemente. Notarás que la mezcla se espesa de inmediato debido a la reacción del ácido cítrico con la leche condensada.
Incorporar la crema (opcional): Si deseas un helado aún más cremoso, bate la crema aparte hasta obtener picos suaves y agrégala con movimientos envolventes.
Congelación: Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador y cubre con papel film, asegurándote de que toque la superficie para evitar la formación de cristales de hielo.
Reposo: Congela por al menos 4 horas o hasta que la mezcla esté completamente firme.