Introducción
Si hay una receta que nunca falta en mi cocina, es el pollo al ajillo. Su combinación de sabores intensos, su facilidad de preparación y lo bien que combina con casi cualquier guarnición lo convierten en un plato imprescindible. Es tan delicioso que lo preparo al menos tres veces por semana, y cada vez desaparece en minutos.
Ingredientes
1 kg de pollo troceado (muslos, contramuslos o pechuga)
6 dientes de ajo
1/2 taza de vino blanco
1/2 taza de caldo de pollo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de mantequilla
1 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita de tomillo seco
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Preparar los ingredientes: Pela y corta los ajos en láminas finas. Sazona el pollo con sal, pimienta y pimentón.
Dorar el pollo: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva y la mantequilla a fuego medio-alto. Dora el pollo por ambos lados hasta que esté bien sellado. Retira y reserva.
Cocinar el ajo: En la misma sartén, reduce el fuego a medio y añade los ajos. Cocínalos hasta que estén dorados, pero sin quemarse.